Reflexión sobre Educación Sexual Integral

La ESI desde la sanción de la Ley Nacional N° 26.150/06 de Educación Sexual Integral, el Ministerio de Educación de la Nación construyó los Lineamientos Curriculares para la ESI aprobados por el Consejo Federal de Educación (Resolución 45/08). En el ámbito provincial santacruceño, la LEP N°3305 regula la enseñanza en lo que a esta ley se refiere. Esta es la base de los conocimientos que deben aprender los estudiantes de todo el Sistema Educativo Nacional. (Diseño Curricular Jurisdiccional, 2015). Para esto se crearon documentos que regulan los contenidos específicos para cada Nivel Educativo

Existen muchos mitos, prejuicios y falsas creencias populares en torno a la enseñanza de la ESI en las escuelas, y sobre todo es cuestionado por muchas familias en los niveles educativos como el inicial. Creo que este rechazo o resistencia que podemos aún hoy observar, se debe al desconocimiento por parte de las familias sobre de qué se trata realmente. Lo importante, en este punto, es comprender que a los alumnos no se les va a brindar más información de la que necesitan en su corta edad. La ESI tiene un enfoque integral abarcando aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos abordados de manera transversal o en espacios específicos. Esto trasciende la sexualidad y genitalidad como se la conoce, para llegar más allá. Desde un enfoque tradicional, se entendía a las ESI desde el punto de vista biológico, en la actualidad, a partir de esta ley lo vemos desde un enfoque integral, derribando también las barreras que impiden a los niños, niñas y adolescentes gozar de derechos en plenitud. “El conocimiento es poder” (Frase del filósofo Sir Francis Bacon, 1561-1622), y, para los niños, saber cuándo estos derechos son vulnerados les da la posibilidad de hablar, expresarse, y muchas veces de salir de situaciones que pueden resultar perjudiciales para su integridad física, psicológica y emocional.

Los niños del Jardín de Infantes muchas veces no conocen otra realidad más que las de sus hogares, dado que el jardín suele ser el primer entorno social al que acceden después de su círculo familiar. Entonces, al no conocer otras realidades no tienen la capacidad de comparar y discernir entre lo que es adecuado o inadecuado, correcto o no. Es en ese momento que la educación como tal, cobra mayor relevancia, dando la posibilidad de que el alumno comprenda cuestiones básicas como el cuidado del propio cuerpo y el de los otros, que tiene partes privadas que no se pueden mostrar o dejar tocar por otros, entre otras cuestiones básicas que hacen a la seguridad e integridad del niño.

Hay un caso muy particular que marcó de alguna manera mis experiencias como docente del Nivel Inicial visto desde este enfoque y relacionado con lo expresado anteriormente. Iniciado el año, un niño de sala de 5 años comenzó a manifestar actitudes inapropiadas como tocar a sus compañeros en sus partes privadas, mostrar sus partes privadas por debajo de la mesa a sus compañeros, entre otras cosas. En intervención con la familia pudimos saber que eso era una práctica cotidiana a la que llamaban “Juego” con un tío adolescente del niño. Era algo naturalizado en el contexto familiar, pero que despertó inquietudes y preocupaciones en el contexto escolar. Justamente relacionado con lo anterior, es que los niños conocen solamente la realidad que viven en sus familias, que sí está naturalizado no lo ven como algo perjudicial para su integridad física y mental. Es ahí donde la intervención del plantel educativo toma un papel fundamental. Y, para no dejar la historia sin un final, puedo decir que afortunadamente la intervención del equipo docente y directivo de la institución fue exitosa con la familia, lograron reflexionar y cambiar actitudes inapropiadas que vulneran los derechos de los niños.