top of page

Educación a distancia – Evaluación y acreditación


ree

Planteando los problemas y desafíos de la evaluación de la Educación a distancia, tanto la evaluación como la acreditación refieren a definir instrumentos y metodologías que permitan comprender el objeto de estudio, valores y conceptos, umbrales y tipologías. La relación entre ambas puede ser diferente o estar vinculadas. Si bien en sus inicios la evaluación tenía intenciones diagnósticas, en la actualidad se realiza con visión de acreditar dentro de los parámetros establecidos. En la sociedad globalizada en la que vivimos, estos accesos tecnológicos terminan marcando una brecha aún mayor entre los que pueden y los que no tienen los recursos necesarios para poder acceder, generando situaciones de injusticia y marginación que van en contra del bienestar de la sociedad.


La evaluación es parte importante, asociado a la calidad, y relacionados ambos al reconocimiento y desarrollo educativo a nivel social. Considero que los problemas y desafíos principales en la evaluación tienen que ver con el establecimiento de parámetros para realizarla, ya que la evaluación en sí misma es un concepto muy subjetivo y desde cada mirada se tienen en cuenta diferentes ítems a observar. Llegar a un consenso en este sentido ayudaría a su determinación.


Para poder tratar las cuestiones principales que tienen en cuenta los modelos de evaluación y acreditación de carreras de Educación a Distancia, en Iberoamérica, me parece interesante retomar lo expuesto en el foro de la asignatura basado en la “Guía iberoamericana para la evaluación de la calidad de la educación a distancia”. La OEI ha reunido en 2018, a los ministros de Educación Iberoamericanos para crear un espacio para la educación superior e investigación científica, con la intención de unificar estándares de calidad en la educación, se trata de una cooperación a nivel regional. Esta unificación permite a los estudiantes trasladarse de un país a otro con la certeza de que sus títulos serán válidos y aceptados en toda la región de América Latina y el Caribe. Esto provocó que el número de estudiantes de educación a distancia en la región aumentará en el último periodo, dada la confianza que le transmitía en cuanto a la validez.


Posteriormente, en marzo de 2020, se realizó otra convocatoria entre las entidades interesadas. En esta instancia pudieron trabajarse dos puntos importantes para acreditar su calidad: La autoevaluación de las titulaciones con modalidad a distancia y los criterios que utilizan las agencias de calidad en las evaluaciones externas .


Estos acuerdos no se realizaron para sustituir lo ya establecido por las agencias, sino para mejorar o complementar el trabajo que se venía haciendo, con unificación de criterios para garantizar la calidad.


En esta oportunidad se acordaron definiciones específicas para los siguientes términos:


Enseñanza presencial: esta modalidad requiere la asistencia de profesor y alumnado en el mismo espacio físico al mismo tiempo, interacción sincrónica directa

Enseñanza no presencial: esta modalidad no requiere presencia física ni comunicación sincrónica entre ambos actores educativos, pueden estar situados en lugares geográficamente distantes mediando la interacción de manera asincrónica. Dentro de esta se distinguen dos subcategorías:

Enseñanza a distancia: En esta se pueden utilizar diferentes recursos, no solo las mediadas por las TIC

Enseñanza en línea o virtual: Se centra en los recursos mediados por las TIC, considerando que las evaluaciones pueden darse de manera presencial

Enseñanza semipresencial: Se realiza una combinación de interacciones sincrónicas o asincrónicas, se incorporan las TIC como soporte esencial.


Se determinó que los criterios de evaluación para la garantía de la calidad son los siguientes:


Estudiantes: Para determinar el perfil del alumnado hay que considerar que deben tener competencias digitales, acceso a internet, capacidad de llevar adelante un trabajo autónomo, tener autodisciplina, buena organización del tiempo, entre otros. En caso de presentar alguna discapacidad, se deben tener en cuenta las adaptaciones necesarias. Periodicidad preestablecida de tutorías para realizar el seguimiento, y evitar altas tasas de deserción. El tiempo de respuesta del alumnado también es determinante para medir la calidad del programa. Ver los métodos de evaluación, continua o final. Y si se requiere la realización de prácticas profesionales, prever los centros en los que se puede llevar a cabo. Una vez establecida esta primera parte, y si el alumno ya se encuentra matriculado se debe brindar todo el asesoramiento que necesite para lograr afrontar exitosamente la cursada.

Personal académico y de servicio: Dentro del personal académico podemos distinguir tres perfiles acordes a la tarea que desempeñan. El profesorado titular o principal, es aquel que coordina o desempeña la titulación, debe estar vinculado permanentemente con la institución. El profesorado colaborador y/o consultor, puede estar vinculado parcialmente con la institución realizando funciones de tutoría, debe contar con un título que lo habilite a tal función acorde a los requerimientos específicos de la carrera. El personal de apoyo es el encargado de acompañar a los alumnos en el proceso administrativo y académico.

Infraestructuras: la infraestructura es un pilar fundamental para el buen funcionamiento del proceso educativo y debe contar con ciertas características básicas para garantizar. Debe tener un plan de seguridad de la información que incluya medidas de seguridad electrónica y un sistema centralizado.

Evaluación: Los procesos de evaluación tienen un lugar fundamental entre estos criterios, las instituciones deben controlar la autoría de las pruebas de evaluación. Es por ello también importante el seguimiento de los trabajos individuales de los alumnos. Se pueden plantear Pruebas en línea en tiempo real síncrono, o Exámenes orales a distancia.

En la Argentina, la Educación a Distancia de encuentra contemplada en la Ley de Educación 26.206, TÍTULO VIII, que define la educación a distancia de la siguiente manera:


”EDUCACIÓN A DISTANCIA - ARTICULO 104. — La Educación a Distancia es una opción pedagógica y didáctica aplicable a distintos niveles y modalidades del sistema educativo nacional, que coadyuva al logro de los objetivos de la política educativa y puede integrarse tanto a la educación formal como a la educación no formal.”


Y regulada por la Ley de Educación Superior 24.521 que determina:


“CAPÍTULO 4: De la evaluación institucional


ARTÍCULO 25. — El Consejo Federal de Cultura y Educación acordará la adopción de criterios y bases comunes para la evaluación de los institutos de educación superior, en particular de aquellos que ofrezcan estudios cuyos títulos habiliten para el ejercicio de actividades reguladas por el Estado, que pudieren comprometer de modo directo el interés público, estableciendo las condiciones y requisitos mínimos a los que tales instituciones se deberán ajustar. (Expresión "… instituciones de educación superior no universitaria " sustituida por la expresión "…institutos de educación superior", por art. 133 de la Ley Nº 26.206, B.O. 28/12/2006).”


La Resolución N° 160/11, aprueba el Anexo con los estándares a aplicar en los procesos de acreditación de carreras de posgrado, en su Título III, en la que además de los criterios establecidos en los TÍTULOS I y II, se proporcionan estándares adicionales para la modalidad.” Según lo expuesto por Héctor Alejandro Barceló.


En 2017 se aprueba una normativa que establece que los sistemas de EaD tienen que ser evaluados y analizados por la CONEAU y validado por la Secretaría de Políticas Universitarias. Se busca llegar a acuerdos de las dimensiones que se deben tener en cuenta para analizar las EaD, los perfiles tecnológicos, pedagógicos, para la construcción de un instrumento que colabore con las instituciones para revisar sus estrategias y analizar sus sistemas. Para esto, las visiones son claves para las evaluaciones, considera la didáctica dentro del aula, un proyecto político académico más amplio, y una mirada ecosistémica y cultural. Las prácticas en esta modalidad no son homogéneas y está ligado al contexto en que es producida y pensada, lo que es válido y funcional en algunos lugares puede no serlo en otros. En las convocatorias realizadas por la CONEAU existieron tensiones relevantes, referidas a la normativa, las prácticas de la universidad en sus diferentes modalidades (presencial o a distancia), y la tensión más fuerte fue la Educación mediada por las tecnologías atravesada por la cultura de la Resolución 1717 / 2004. En 2018, en una nueva convocatoria, se debía decidir qué se hacía con la normativa, la validación de las carreras y del SIED, se buscó entender la educación mediada como una política dentro de la institución, que estaba presente en la construcción del instrumento que estaba armando la CONEAU. En este caso también se encontraron ciertas tensiones, como un encuentro de visiones, la EaD como tecnología del docente y como programa institucional.


Por otra parte, considerando la actual situación de pandemia por COVID-19, que es inevitable mencionar, en la que nos encontramos atravesando una situación de Educación en Situación de Emergencia Sanitaria, se debatió y aprobó en el senado la Nueva Ley de Educación a Distancia para menores de 18 años, con algunas condiciones, una de ellas es que solo se puede dar en situaciones de epidemia, pandemia o catástrofe que impida el normal funcionamiento de las instituciones dedicadas a estos niveles de educación obligatoria, permitido transitoriamente y sólo mientras dure la causal, con el aval del Ministerio de Educación. Asimismo, se indica que se deberán adoptar disposiciones para la reorganización pedagógica e institucional, tengamos en cuenta que para ser una verdadera educación a distancia, como se lo concibe originalmente, debe tener una planificación y organización que lo establezca como tal, y claramente este no es el caso para los niveles de educación inicial, primaria y secundaria que no contaban con la preparación adecuada en recursos ni capacitaciones de los docentes para realizar la tarea, cosa que al principio de esta situación quedó evidenciado, ya que se fue improvisando y trabajando sobre ensayo y error desde sus inicios por el 11 de marzo del 2020 en que fue declarada la pandemia por la OMS, y el 19 del mismo mes en que se declaró “aislamiento social, preventivo y obligatorio” por DNU 297/2020.

Comentarios


Publicar: Blog2_Post
bottom of page